Un estudio realizado por la Universidad de Exeter, en Gran Bretaña, ha entregado las primeras evidencias que los arrecifes de coral se pueden recuperar de los desastrosos efectos del cambio climático.
Los científicos y ambientalistas habían advertido en el pasado que los arrecifes podrían no recuperarse del daño y que esos ambientes podrían perderse para siempre.
Ahora, esta nueva investigación le da peso al argumento de que sólo disminuyendo los índices de pesca es una buena forma de proteger uno los ecosistemas más frágiles del mundo.
Aumentos en la temperatura de la superficie del agua afecta negativamente a los corales, finalmente decolorándolos.
Este efecto aumenta con la mayor acidez del agua, también a causa del exceso de CO2, inhabilitando la capacidad del coral de producir carbonato de calcio, material del que se hacen los arrecifes.
Sólo un 2% de los corales del mundo están en reservas protegidas del mundo, aislándolas de la contaminación y pesca.
Los investigadores analizaron corales dentro y fuera de estas reservas, principalmente en Bahamas, lugar donde han sufrido tanto el efecto del hombre como de las temporadas de huracanes.