Sin dudas que no estamos acostumbrados al frío que se tomó las calles durante estos días.
Hemos reunido consejos de expertos en alta montaña, donde las condiciones son extremas, y los hemos adaptado a la vida cotidiana.
Con un pantalón no basta. Es necesario crear una capa entre el pantalón y la piel, ya que la tela de primer prenda que toma contacto con el exterior conduce el frío y si lo moja la lluvia sentiremos.Hoy podemos encontrar pantalones para la nieve y el frío, que soportan el agua y mantienen la temperatura corporal. En la ropa usada podemos encontrar estos pantalones prácticamente nuevos a precios mucho menores que en el mercado de primera.
Y es que en la actualidad ha surgido toda una tecnología de ropa invernal accesible al público, aunque los precios no siempre lo sean tanto. Con una sola de estas prendas podemos hacer frente a episodios de frío extremo que experimentamos.
Una camiseta térmica es una segunda piel para que una camisa y un abrigo no queden cortos. Y también contamos con el polar, una tela más accesible que es un excelente aislante del frío. Con respecto al sistema de capas, mencionado como el aspecto esencial en el abrigo, una prenda de lana y sobre ella una chaqueta resistente a bajas temperaturas, viento y el agua, sería lo ideal.
Para mantener la temperatura del cuerpo existen ciertos puntos claves del cuerpo. Los pies, la garganta, y la cabeza son las zonas donde ganamos o perdemos la temperatura del cuerpo. Para los pies existen zapatillas maravillosas que aunque tengamos un calcetín no permiten que entre el frío ni la humedad. Botas y bototos son una opción bastante conveniente. de todas formas, y si no confiamos tanto en nuestro calzado, utilizar dos calcetines, y ojala uno de ellos de lana, será un aislante para que no tengamos que sentir el desagradable y perjudicial humedecimiento de pies.
En la garganta, una bufanda, un pañuelo, un palestino o un cuello de polar van a proteger esta zona sensible. La cabeza es fundamental, por ella perdemos de un 40% a 50% del calor.
